Si el día 8 de Marzo vivimos una jornada de reivindicaciones protagonizada por las mujeres, este pasado fin de semana fue el turno de los pensionistas. Miles de pensionistas se movilizaron el sábado 17 de marzo en multitud de ciudades del país, a pesar de la lluvia constante que amenazaba con empañar el día, con el firme propósito de exigir a nuestros gobernantes que garanticen el sistema público de pensiones y para reclamar unas pensiones dignas.
Como no podía ser de otra forma, CCOO estuvo presente al convocar, junto a UGT, manifestaciones y concentraciones a lo largo y ancho de toda la geografía española.
La jornada fue todo un éxito, ya que la protesta no se centralizó en un par de ciudades, sino que fue un clamor popular en diferentes lugares enviando un claro mensaje: no solo se manifiesta la gente joven o las personas antisistema, sino que nuestros mayores, que pueden ser nuestros padres, madres, tíos, tías o incluso abuelos y abuelas, hartos de la situación que están viviendo desde unos años a esta parte, han decidido mostrar su descontento saliendo a la calle para reclamar lo que consideran que es justo.
Hay que recordar que la subida aprobada por el Gobierno para este año es del 0,25%, algo que se traduce en algunos casos en 1€ o 2€ de subida al mes. Es triste pensar, que después de estar toda una vida trabajando, no se pueda disfrutar de la jubilación sin preocupaciones; los jubilados y jubiladas se ven en la obligación de hacer verdaderos malabarismos para poder llegar a fin de mes.
El coste de la vida sube más que ese 0,25%. Solo hay que fijarse en cómo ha subido un 10% la luz este año pasado o en la subida estimada del 6% del gas que se prevé para este y muchas personas mayores han visto como tienen que ir desembolsando cada vez más dinero por la bombona de butano, siempre una media del 2% cada vez que se revisa.
¿Les llegará ese euro al mes de subida de su pensión para comprar las velas y cerillas necesarias para alumbrarse y tener calor? , porque ya ni en los chinos se puede encontrar tanta ganga.
Por la parte que nos toca, como trabajadoras y trabajadores, no debemos ser simples espectadores de lo que está ocurriendo. Nos afecta en gran medida, ya que, tal como nos repiten casi a diario en la prensa, «la hucha de las pensiones» se está quedando vacía. ¿Quedará algo cuando nos jubilemos?. Se están encargando de que nos vayamos haciendo a la idea de que no. Solo hay que ver cómo se promueven, incluso desde el propio Gobierno, los planes de pensiones privados (en nuestra empresa tenemos un claro ejemplo).
Algo hay que hacer, porque si el presente ya está oscuro, el futuro se plantea bastante negro.